Nunca en mi vida había probado un
pez. En otro momento de mi vida si me hubieran dicho que me comería uno,
pensaría que me había convertido en una primitiva o que era la ultima
superviviente de un accidente de avión en medio de una montaña desierta.
La explicación de lo que me pasa
es sencilla. En La Otra Dimensión,
los peces no se pueden comer.
Debido a la putrefacción que sale
del suelo de los cementerios chalet, los ríos que pasan cerca están bastante
ponzoñosos y los peces, bueno…., son un poquito mutantes.
Allí los peces andan, hacen
ruidos raros y tienen un pequeño cerebro con el que te entienden. En
definitiva, en ciudad de Tim Burton los tenemos de mascotas.
Allí yo tenía un pez de mascota
que se llamaba Franki y cada vez que veía a mi novio comerse un pescado, me
imaginaba a mi Franki mirándome con esos ojos venosos y saltones recibiéndome a
la llegada al hogar.
Un día me anime a cocinar un
pescado de los que tenéis en España y el remordimiento fue menor al ver que el
pez no me miraba, ni movía la cola al trincharlo en la sartén.
Aquí os dejo una recetita de
pescado de las que menos repelús me da cocinar.
DORADA AL AJO PESCADOR
Ingredientes.
1 dorada mediana por persona
3 ajos gordos por dorada
1 guindilla grande seca
Aceite
Vinagre
Sal
Limón
Preparación:
1º Pedimos en la pescadería que
nos de doradas medianas para la plancha, limpias, sin cabeza ni espina central
y abiertas por la mitad.
2º En una sartén con un chorrito
generoso de aceite de oliva virgen extra, ponemos los ajos pelados y fileteados
y la guindilla troceada.
3º Cuando los ajos estén dorados
(no quemados), añadimos a la sartén un chorrito de vinagre (al gusto) y dejamos
al fuego 3 segundos y apartamos la salsita.
4º En una sartén o plancha aparte
ponemos las doradas limpias y abiertas con sal y un chorrito de aceite.
5º Las hacemos fuego medio por
cada lado 5 minutos o hasta que veamos que la piel esta dorada y la carne del
pescado se separa fácilmente metiendo la punta de un cuchillo.
6º Volvemos a calentar la salsita
de ajos. Emplatamos las doradas para cada comensal o las servimos en una
fuente.
Las rociamos con la salsa, repartiendo bien los ajos y guindilla.
Adornamos con unas rodajas de limón.
1 comentarios:
Me encanta la dorada, pero sólo la he probado a la sal, así que va siendo hora de cambiar un poco xD
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